
En una entrada anterior hablamos sobre los cambios que se van a dar en las viviendas españolas tras la crisis de la COVID-19. Uno de esos cambios, es la importancia que se le va a dar al uso de las energías renovables a nivel de vivienda. En esta entrada hablaremos más en profundidad de estos sistemas en los diferentes tipos de viviendas.
¿Qué opciones tengo para ahorrar con energías renovables en mi vivienda?
Existen diferentes tipos de vivienda y los sistemas de energía renovable siempre son una solución para ahorrar en la factura de energía y reducir la contaminación.
Casa adosada o unifamiliar en zona urbana o urbanización
Si tu vivienda es un unifamiliar y dispone de suficiente espacio exterior y se encuentra en una zona de muchas horas de sol, lo mejor es la energía solar.
Si lo que buscas es el autoconsumo, lo mejor son las placas solares fotovoltaicas, que te permiten generar electricidad. Si quieres un apoyo o sólo te interesa reducir el consumo de energía para calentar agua, te valdría con una instalación de placas solares térmicas.
Si, por el contrario, no hay muchas horas de sol pero sí gran cantidad de aire, la mejor opción es la minieólica. Las explicaremos más abajo.
Si tu vivienda aún está en fase de construcción o la vas a reformar, una buena opción es la geotermia, para producir calefacción y agua caliente sanitaria mediante una bomba de calor. Las bombas de calor funcionan con un compresor que requiere de electricidad.
Una opción práctica para ahorrar en calefacción sin necesidad de realizar grandes instalaciones es el uso de una caldera de biomasa.
Casa aislada o en una zona rural
Este tipo de viviendas tiene el problema de que, en ocasiones, la Red Eléctrica no llega hasta ellas, por lo que necesitan generación total de energía. Además, el gas natural tampoco suele llegar, aunque se han desarrollado métodos como el propano canalizado o los depósitos a granel que permiten usar esta energía para la cocina, el agua caliente y la calefacción.
Los sistemas de energía renovable que se pueden usar para este tipo de viviendas son los mismos que la anterior, con la diferencia de la necesidad energética. Si bien en el apartado anterior se podían usar los sistemas de energía renovable como apoyo, en el caso de las viviendas aisladas, la necesidad de generación es total.
En el caso de la energía solar, los captadores solares deberán ser más grandes y, para calcularlo, se tendrá en cuenta la cantidad de gente que vive en la vivienda y el consumo anual medio.
En caso de la energía eólica, lo cierto es que es una instalación costosa como apoyo. Sin embargo, si necesitamos llegar al autoconsumo, la energía eólica se convierte en una gran inversión, puesto que el viento suele ser más frecuente que los rayos del sol.
La ventaja principal de la instalaciones de biomasa en este tipo de viviendas es que se dispone de mucho espacio para la ubicación del silo y que resulta más fácil cumplir con los requisitos específicos para chimeneas ya que no existen edificios cercanos (ver requisitos mínimos de biomasa).
En InExt Arquitectura e Ingeniería realizamos proyectos de energías renovables adaptados a las necesidades de la edificación, tal y como hicimos en el proyecto de un edificio plurifamiliar en Granada.